En el día a día con mi alumnado se reconocen diferentes inteligencias. La inteligencia espacial desarrollada por aquel alumno que es muy bueno dibujando y capta rápidamente los conceptos de geometría, aquella alumna que tiene un don al escribir poesía o historias para enganchar demostrando su inteligencia lingüística, aquel que es un deportista nato y muestra su inteligencia corporal o la inteligencia interpersonal del que toma el mando y organiza rápidamente al grupo y se ponen a trabajar.
Cómo puede la escuela darle respuesta a esta diversidad de inteligencias:
- Lo primero sería reconocer estas inteligencias dentro del currículo. Actualmente solo se reconocen y potencian la matemática y la lingüística mediante las altas capacidades. La corporal y la musical se reconocen cómo talentos. Teniendo en cuenta la Orden 1493/2015 de la CAM, un alumno con una gran inteligencia musical no será tan tenida en cuenta como una inteligencia matemática o lingüística.
- La incorporación a los centros educativos de profesionales para detectar y potenciar estas inteligencias y asesorar a alumnos, padres y profesores.
- Siempre hay que tener en cuenta las fortalezas e intereses del alumnado para utilizar todos los recursos disponibles para fomentar esa inteligencia a desarrollar.
- El cambio del papel de profesor, de ser la persona que tiene el conocimiento a ser la persona que te ayuda, guía y acompaña en el proceso de aprendizaje del alumno de este siglo.